LAS SOMBRAS DEL MODELO INDUSTRIAL DE LA ALIMENTACION
Las sombras del modelo
industrial de alimentación. Ética alimentaria y nuevos paradigmas
sostenibles: una preocupación ecofeminista
Eva Pagnussatt
Universidad de
La Laguna
Tres huellas devastadoras del sistema de
alimentación actual: HUELLA ECOLÓGICA, HUELLA SOCIO-ECONÓMICA Y HUELLA
SANITARIA. Además tres propuestas sostenibles: ecofeminismo, agroecología y
soberanía alimentaria. Es el potente artículo de Eva Pagnussatt que compartimos
hoy.
MgSPPP
Betzabé Aza-Castillo
Introducción
En
efecto, la alimentación se encuentra hoy en el foco de la atención mundial.
Conscientes de que es una cuestión prioritaria en el debate actual sobre
Desarrollo, Salud y Sostenibilidad, se enmarca en el corazón de la Agenda de
los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) 2015-2030 de las Naciones Unidas
(ONU) ocupando el objetivo número 2: “Hambre cero, lograr la seguridad
alimentaria y la mejora de la nutrición, y la promoción de la agricultura
sostenible”, junto con la preocupación por la equidad de género que ocupa el
objetivo número 5 y la sostenibilidad que atraviesa todos los objetivos de la
Agenda.
El
alimento, por tanto, es el fundamento vital sobre el que se construyen las
sociedades, pues de el depende nuestra supervivencia, nuestra salud o nuestra
prosperidad. La filosofa ecofeminista Vandana Shiva lo ilustra así: “Estamos
todos conectados en la red de la vida y son los alimentos los que tejen esa
red” (Shiva, 2006: 195). Su garantía, su calidad y su estabilidad es un asunto
de carácter ético, de derecho y de justicia.
El
derecho a la alimentación está recogido en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948 en su artículo 25, aunque será en 1966 en los Derechos
de Segunda Generación (económicos, sociales y culturales) donde se desarrolle
con mayor profundidad y se consolide definitivamente.
A
pesar de que más de 160 Estados han ratificado el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales comprometiéndose a cumplir con la
consiguiente obligación jurídica de garantizar sus disposiciones, millones de
personas en todo el mundo sufren la vulneración del derecho alimentario, pues
según cifras de la ONU, “el hambre y la malnutrición son hoy el principal
riesgo de salud a nivel mundial, incluso mayor que el SIDA, la malaria y la
tuberculosis juntas” (Naciones Unidas, 2015: 5).
Hoy
795 millones de personas padecen hambre en el mundo, de las cuales 780 millones
viven en los países subdesarrollados (Food and Agriculture Organization of
United Nation [FAO], 2015), pero el hambre no es la única manifestación de la
problemática, asistimos, entre el desconcierto y la máxima preocupación, a una
crisis alimentaria de múltiples dimensiones, que pueden englobarse en tres:
ecológica, socio-económica y sanitaria.
El
propósito de este trabajo de investigación será, por tanto, analizar críticamente
desde los principios de la ética aplicada y la bioética las sombrías huellas
del sistema industrial de producción y distribución de alimentos que domina
hoy, aportando herramientas que permitan cuestionar con fundamento este tóxico
modelo. Y desde ese cuestionamiento, identificar con claridad la necesidad
imperiosa de transitar hacia otros modelos alimentarios sostenibles, justos y
saludables.
La
estructura del trabajo está dividida en dos partes, la primera, dedicada a
abordar sucintamente las tres dimensiones afectadas por el modelo alimentario
industrial anteriormente mencionado y algunas de sus consecuencias.
Y
en la segunda parte, exploraré las alternativas sostenibles que permitan construir un mejor futuro alimentario para
todos.
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